Sur de Alemania en Semana Santa

Te animamos a que conozcas cómo fue nuestro viaje por el sur de Alemania en la pasada Semana Santa, a través de varios recorridos por Munich: la alemania de los años 40, la gastronomía y la cerveza, Dachau, Nuremberg,  Rothenburg y en los Alpes alemanes el espectacular Castillo de Neuschwanstein y el Palacio de Linderhof, de la mano de guías especializados y en exclusiva para nosotros.

Este interesante recorrido preparado por el Club Amigos en Ruta gozó de buena acogida y rápidamente se formó un grupo de 8 personas, perfecto para el viaje que queríamos hacer. Se nota enseguida el carácter y la predisposición en el primer contacto con las nuevas amigasenruteras que se animaron a participar por primera vez en uno de nuestros viajes, son siempre gente maja, divertida, agradable y con el único objetivo de disfrutar, reír y pasarlo bien.

La llegada a una Alemania azotada por un frío viento y ventiscas no diminuyó los ánimos del grupo, a pesar que apenas unas dos horas antes habíamos estado en una terrazita tomando una caña bajo el cálido sol madrileño. En el restaurante para la cena un poquito de confusión con las cartas en alemán, "oh dios mío! ¿qué será esto?", "no lo se, pidámoslo y veamos de qué se trata!", nada.... se trata de una broma, por suerte tenemos una profesora de alemán en el grupo y la mayoría de los camareros son españoles o italianos y todo el mundo sabe inglés. Empuñamos nuestras cervezas y brindamos con ilusión por el viaje que teníamos por delante.

Como esperábamos, el tiempo no era muy agradable como para dar el paseo en bici que teníamos en el programa, así que por decisión unánime optamos por recorrer la ciudad con nuestro guía en exclusiva para que nos diera una visión de la ciudad que complementara las visitas que teníamos previstas. De esa manera conocimos iglesias y catedrales y otros monumentos entre los que destacaba el Palacio de Justicia, con su sala de la rosa blanca que sigue rindiendo homenaje a los disidentes del gobierno nazi. Nos descubrió una realidad desconocida para muchos españoles, pues los alemanes quieren erradicar los prejuicios existentes aún hoy día sobre que todo el país fue leal a la dictadura de los años 40. Diferentes religiones dan cabida en el país germano, existiendo áreas de una mayoría protestante y otras tradicionalmente católicas.

Comprobamos de primera mano que Munich era una ciudad bien organizada, muy segura, tranquila aunque ajetreada, muy viva y despierta, donde el nivel de vida solo queda enturbiado por un clima que un berlinés ya querría para si mismo, pero que para un español se puede atragantar bastante. Aprendimos que tampoco es un país panacea y la vida de inmigrante en él es dura.

Nos sumergimos en el mundo cervecero con bastante abundancia, y es que la cerveza en Munich es toda una cultura nacional, casi todos los restaurantes tienen su propio Biermaster, un especialista en producción cervecera. En uno de ellos, con licencia de Agustiner para la fabricación artesanal y a pequeña escala, comprobamos de primera mano el proceso de producción y pudimos asomarnos a una cuba en proceso de fermentación para luego degustarla (la que tenían ya terminada, claro) junto con productos típicos de la zona.

Las visitas a los pueblos y a los castillos fueron la guinda del viaje: Nuremberg y Rottenburg, unas ciudades medievales muy bien conservadas, nos hicieron creer que estábamos en un cuento. Y Neuschwanstein y el Palacio de Linderhof al día siguiente en un día perfecto, donde la nieve nos sorprendió embelleciendo el paisaje alpino de manera realmente maravillosa.

Lo más destacable de todo fue el grupo, personas con ánimo de pasarlo bien y disfrutar el viaje al máximo. Os dejamos unas fotitos para que os animéis a viajar no solo a Munich, sino a cualquier otro viaje que os propongamos.

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