lunes, 13 de abril de 2015

Noche Toledana

El pasado sabado aconteció la Noche Toledana, pero en el buen sentido de la expresión, dimos cita en Atocha un grupo de casi 30 personas gracias a la colaboración con Carlos de Diviertete Madrid, allí nuestro autobús comandado por Bruno nos recogió y comenzamos el trayecto hacia Toledo. El grupo venía con una clara predisposición a pasarlo genial, os contamos los detalles:

Llegamos a Toledo y recogimos a nuestra guía María que nos fué introduciendo en en la historia de la ciudad mientras recorríamos la carretera que rodea la ciudad por el lado sur, parando en un mirador y contemplando la maravillosa y mágica estampa de la ciudad medieval encajonada en el interior del meandro que forma el Tajo y que hizo de la ciudad de antaño una fortaleza prácticamente inexpugnable.


Una vez a pie, encaminándonos hacia el casco histórico gracias a las escaleras mecánicas, dimos comienzo al paseo desde la plaza de Zocodover, atravesando el barrio de los Templarios, entresijos de la ciudad medieval, leyendas misteriosas, románticas, trágicas y memorables que han marcado el acerbo popular toledano. Venganzas crueles, asaltos, asedios, batallas cruentas, romances imposibles, todo ello en la ya anochecida ciudad, imaginándonos que las modernas luces eléctricas iluminaron en su día los callejones recónditos en forma de tímidos candiles que arrojaban misteriosas luces sobres las paredes, los trampantojos y las enormes piedras que levantan la majestuosa catedral. 




Maria nos marcó un viaje a lo largo de todas esas leyendas y callejas de la antigua ciudad hasta una placita próxima a nuestro restaurante. Nos despedimos de ella y tocaba volver a la actualidad, habíamos hecho ganas de comer y como dice el dicho, hambre que espera hartura, no es hambre ninguna.

De croquetas, jamon, queso, lomo, tortilla, salmon, venado, entrecot de ternera y por su puesto vino entre selfie y selfie, brindis y brindis, comentando la jugada, charlando unos con otros, haciendo nuevas amistades y echando unas buenas risas transcurre esta divertida cena que culmina con una copita de cava para celebrar el evento.



Tras ello nos encaminamos al Círculo del Arte, muy cercano al restaurante se encontraba una antigua iglesia reconvertida a centro cultural que hace las veces de disco-pub y sala de conciertos y fiestas. Un lugar cómodo, sin barullo, con música agradable y divertida, perfecto para tomar unas copas o unas cervezas. La idea inicial era tan solo tomar algo tras la cena, pero más de uno hubiera echado la noche entre bailoteo y bailoteo, y más aún gracias a Carlos, que en estos ambientes se mueve como pez en el agua y feroz animador, no dejará que te quedes con el codo apoyado en la barra. A la hora convenida nuestro autobús llegó al punto de encuentro establecido para iniciar el trayecto de regreso a Madrid. Aún quedaban ganas de juerga y por un momento el autobús paredió una sala de fiestas.



Fueron muchas las risas que nos echamos aquella noche toledana, pero desde que sabemos que una noche toledana rememora una trágico suceso de venganza en la antigua ciudad, lo dejaremos en que aquella noche en la ciudad de Toledo será recordada por lo bien que lo pasamos. Esperamos volver a programar esta actividad y que repitáis los que hayáis ido y que los que aún no habéis venido, animaros.

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