miércoles, 5 de marzo de 2014

Jaca, mucho más que estaciones de esquí

Hablar de Jaca es hablar de historia y tradición, cultura y arte, naturaleza y deporte, ocio y diversión. Ya sea un fin de semana de esquí, una visita a su Ciudadela, deleitarse con sus danzas o simplemente pasar un fin de semana de tapas y diversión, Jaca  ofrece variedad de posibilidades a todos  sus visitantes.

Unos apuntes de historia

Aunque sus orígenes son inciertos, se considera que fue fundada en el primer milenio antes de Cristo por un pueblo ibero: los jacetanos o iacetanos. Se dedicaban al pastoreo, llevando a cabo las mujeres una agricultura complementaria.  Integrada en el Imperio Romano en el siglo II a.C., constituyó un punto de vigilancia de los caminos del Pirineo y desarrolló una próspera economía cuyo auge se mantuvo hasta el siglo III. Tras la caída del Imperio Romano, los godos invadieron la península y Jaca pasó a ser conocida como Apriz.
En las montañas de Jaca se salvaron muchos cristianos cuando la invasión de los árabes y aquellos fugitivos fueron el núcleo del reino de Aragón. El conde Galindo hijo y sucesor de Aznar dio fuero y privilegios a la ciudad. Las pestes y los incendios de finales de la Edad Media hunden a Jaca en una crisis de la que no saldrá hasta la intervención de Fernando el Católico para formar un gobierno local. Jaca se comienza a consolidar como plaza militar desde la que defender los reinos peninsulares de una hipotética invasión francesa. A este respecto, Felipe II ordenó la construcción de varias fortalezas a lo largo de todo el Pirineo entre las que destaca la Ciudadela de Jaca.

El rey Felipe V gratificó a la ciudad de Jaca por mantenerse fiel a los Borbones con los títulos de «muy noble, muy leal, y muy vencedora» y añadiendo la flor de lis al escudo de sus armas que ostentaba la Cruz de Sobrarbe y las cuatro cabezas, emblema de la batalla de Alcoraz..
Durante la Guerra de la Independencia, Jaca se rindió a los franceses el 21 de marzo de 1809. El general Mina la recuperó en febrero de 1814.
Jaca experimentó a principios del siglo XX un despertar urbanístico y demográfico, motivado en buena medida por el derribo de su muralla medieval, que se inició en 1908. 
El 12 de diciembre de 1930 tuvo lugar el episodio de la Sublevación de Jaca, pronunciamiento militar contra la monarquía de Alfonso XIII durante la"Dictablanda" del general Berenguer. Se inició con la proclamación de la República desde los balcones del ayuntamiento jacetano y el nombramiento de la primera alcaldía republicana.

El Clima

Jaca cuenta con un clima continental de interior con matices de    montaña. Las temperaturas no son muy elevadas, y las precipitaciones, son mas importantes en el invierno, primavera y otoño, siendo el verano la estación más seca.

Un paseo por Jaca

La Catedral de San Pedro de estilo románico. Es uno de los principales atractivos turísticos. Es una de las construcciones más características y antiguas del románico en España. Comenzó a construirse casi al tiempo que la de Santiago de Compostela  en el último cuarto del siglo XI como sede episcopal y cabeza del Reino de Aragón por iniciativa del rey Sancho Ramírez que había obtenido el vasallaje vaticano tras su viaje a Roma en 1068, a resultas del cual le fue concedida la sede episcopal. Hito entre los monumentos del Camino de Santiago, tanto su arquitectura, escultura como la pintura de su mueso diocesano son comparables con las mejores obras del arte románico europeo.
La Ciudadela de Jaca. Única en España que conserva su planta original . Es una fortificación de planta pentagonal, construida a finales del siglo XVI que conserva todas y cada una de sus partes características: foso, baluartes, escarpas, cuarteles, polvorines, túneles, etc. además de una hermosa entrada a la que se accede mediante un puente levadizo. Su construcción fue ordenada por Felipe II, dentro de un programa de defensa de la frontera aragonesa con Francia, El modelo para el Castillo de San Pedro corresponde ya a los nuevos esquemas de arquitectura militar derivados del uso de la artillería, en la que predominaban los muros más bajos y gruesos, con taludes y emplazamientos específicos para cañones y otras bocas de fuego. Actualmente, en el interior alberga el museo de miniaturas.
La Casa Consistorial notable edificio del siglo XVI. Destaca su fachada plateresca. 
El Monasterio de las Benedictinas, trasladadas  allí  desde el monasterio de Santa María en Santa Cruz de la Serós,  destaca el  Sarcófago de Doña Sancha por su escultura.
La Torre del Reloj. Torre de Piedra edificada sobre los sillares que antiguamente ocupó el Palacio Real. Ha sido Torre del Merino, Torre de la Cárcel y Torre del Reloj. La torre de Jaca se construye tras el incendio que asoló la ciudad solución provisional a la destrucción de la Catedral y de sus dependencias carcelarias eclesiásticas. Después de pasar por manos de varias familias nobles jacetanas el concejo la adquiere para convertirla en cárcel real, y decide instalar el reloj de la ciudad en lo alto de la torre para dejar de depender del horario que dicta la catedral.
El Puente de San Miguel. Es uno de los últimos vestigios medievales de Jaca y de los Pirineos Aragoneses. Fue construido aproximadamente alrededor del siglo XV y su nombre es consecuencia de la ermita que existía en el margen derecho del río Aragón. Este puente históricamente ha comunicado los valles del lado occidental del Pirineo aragonés y Jaca, siendo lugar de paso hacia la ruta principal del Camino de Santiago.
Así podríamos hacer una lista interminable de monumentos que visitar, como en tantos sitios, pero Jaca se diferencia por su pluralidad, igual podemos hacer turismo cultural que una ruta por el monte, adentrarnos por sendas mágicas, o escuchar un concierto de música antigua; patinar en su pista de hielo y tomar unas tapas y un helado en una terraza, ver en plena calle una actuación de un grupo de Costa Rica o trasladarnos al medievo…

De ruta por los alrededores

El Monasterio de San Juan de la Peña. 
Este sería el inicio del Monasterio del que escribía don Miguel de Unamuno:
“...la boca de un mundo de peñascos espirituales revestidos de un bosque de leyenda, en el que los monjes benedictinos, medio ermitaños, medio guerreros, verían pasar el invierno, mientras pisoteaban la nieve jabalíes de carne y hueso, salidos de los bosques, osos, lobos y otros animales salvajes.”
En pleno Pirineo Aragonés se encuentra el espectacular espacio del Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, y entre sus elementos más sobresalientes descuella el Monasterio Viejo de San Juan de la Peña, joya de la época medieval. Las edificaciones conservadas, tan sólo una parte de las que existieron, son excelentes testimonios de las sucesivas formas artísticas en las diversas épocas en que este singular centro tuvo vida. Destacan especialmente los siglos del románico (XI al XIII) con notabilísimas muestras de arquitectura, pintura y sobre todo de la escultura. El conjunto histórico-artístico de San Juan de la Peña se completa con el Monasterio Nuevo, del siglo XVII, y con las iglesias de San Caprasio y de Santa María en la cercana localidad de Santa Cruz de la Serós, ambas también del periodo románico.
Pero no solo merece la pena el panteón de los primeros reyes de Aragón, los alrededores de Jaca ofertan lugares sorprendentes, así las poblaciones de Ansó y Hecho nos muestran el sabor de nuestros pueblos de antaño, en Villanúa podrán visitar la cueva de las Güixas, o sorprenderse con la magnitud de la Estación Internacional de Canfranc.
Jaca ha sabido adaptarse y convertirse de una simple ciudad donde pasar el verano en plan relax, a una ebullición de actividad, no por ello olvidando su principal atractivo, su tranquilidad, su belleza y sus montañas. 
Valle de Echo
En la Selva de Oza, Guarrinza y a lo largo del río Aragón Subordán y sus afluentes encontramos la mayor concentración de monumentos megalíticos de toda la cordillera. Dólmenes y cromlech que nos dicen que desde el 3000 a. C. ya acudían los hombres a cazar o en busca de pasto con sus rebaños. La Corona de los Muertos, en Oza, presenta 120 círculos de piedras. En aquellos en los que se ha excavado se ha encontrado hasta 5000 piezas de sílex: puntas de flecha, raspadores... que podrían indicarnos que esa zona fuera un lugar de asentamiento estacional.
La vitalidad de las gentes del valle se muestra a través de la vida cotidiana y de sus costumbres. La fabla chesa, el folclore, la gastronomía, las fiestas... se miman y celebran para disfrute de vecinos, visitantes y amigos.
Las tradiciones y los antiguos modos de vida se reflejan en la ruta etnológica a través de los museos situados a lo largo de todo el valle.
Otro aspecto característico que dilata si todavía cabe la cultura y las tradiciones de este valle es "Lo cheso". La supervivencia de la lengua chesa es el rasgo más significativo de la cultura del valle. Por otra parte cabe destacar la importancia y grandeza de su gastronomía. 
Monasterio de San Pedro de Sirena
El monasterio de San Pedro de Siresa es un monasterio románico que se encuentra emplazado en el valle pirenaico de Hecho, en la población de Siresa, dentro del término municipal de Hecho (o Bal d'Echo o Echo en aragonés), provincia de Huesca  (Aragón,España), que se encuentra a 822 m de altitud, tratándose del monasterio aragonés situado geográficamente más al norte.
Se trata de una antigua fundación, posiblemente visigótica (de hecho, las excavaciones realizadas en 1991 así lo atestiguaron, aunque se volvieron a soterrar los restos localizados en las mismas). Su esplendor en época tan temprana seguramente se vio impulsado por la proximidad de una antigua calzada romana, que seguía el valle de Hecho, desde Zaragoza y Berdún (en el municipio de Canal de Berdún) al Bearne (Francia), pasando por el collado del Puerto de Palo. 

Primer Viernes de Mayo

Desde 1980 el Primer Viernes de Mayo está declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Sin duda, la fiesta que mejor transmite el fervor de un pueblo. Dice la leyenda que en el año 758 un ejército musulmán intentó conquistar Jaca. Los jacetanos dirigidos por el conde Aznar Galíndez lucharon desesperadamente por evitar la derrota. Cuando estaban a punto de claudicar, las mujeres de Jaca decidieron salir en ayuda de sus maridos armadas con utensilios de cocina. Al verlas llegar en el horizonte los invasores pensaron que eran ejércitos de refuerzo y huyeron despavoridos.
Desde entonces, todos los primeros viernes de mayo se celebra la fiesta que conmemora esta hazaña, en la que a lo largo de los siglos se han mezclado datos rigurosos con otros de origen legendario. Es una fiesta corta pero intensa, cargada de colorido y emoción.
Comienza a primera hora de la mañana cerca del cementerio de Jaca, en el Llano de la Victoria donde dice la leyenda que se celebró la batalla y posteriormente se levantó la ermita del mismo nombre (de la Victoria). Los jacetanos dan cuenta de un suculento almuerzo a base de migas, costillas y embutidos.
Al mediodía regresan a Jaca para celebrar el desfile de la victoria. Cerca de 2.000 jacetanos se visten con trajes de época e integran las escuadras que componen las huestes jaquesas: los artesanos, los labradores y los cristianos (corte condal). Todos ellos son guiados por el Conde Aznar, el verdadero protagonista de la jornada junto a las mujeres de Jaca. De hecho la fiesta tiene cierto componente feminista porque la tradición asegura que fueron ellas las que al salir en busca de sus maridos causaron la huida despavorida de los ejércitos invasores.
La jornada culmina sobre las dos de la tarde frente a la Casa Consistorial con el canto del himno de Jaca y su popular estrofa: “Jaca libre sabe vivir a la sombra del monte Oroel”. Es el momento más emotivo de todo el año. El Primer Viernes de Mayo concentra todas las emociones durante una sola mañana.
Texto documentado por Alberto Betrán, profesional del sector turístico, coordinador del Club Amigos en Ruta y entusiasta autóctono jacetano, además de montañero, soltero y aragonés!!

Letra del himno de Jaca:

¡¡Arriba bravos jacetanos!!

Arriba, bravos jacetanos.
Corred prestos a la pelea;
que miles de moros ufanos
buscan de Jaca la presea.
Cansad vuestros brazos de herir;
al invasor no déis cuartel;
con gloria vencer o morir;
conquistad eterno Laurel.
Jaca libre sabe vivir
a la sombra del monte Oroel.

(estribillo:)

¡Viva España! ¡Viva Aragón!
Marchad alegres sin desmayo;
celebrad el Viernes de Mayo;
unid Progreso y Tradición…
Guardad el secular Laurel,
bravos, al vencer o morir.
Jaca libre sabe vivir
a la sombra del monte Oroel.
¡Arriba!, bellas jacetanas.

Dejad luego vuestras labores;
que bravas las huestes cristianas
luchan por Jaca con honores.
Huid, moros,por el confín,
al resplandor de este tropel.
¡Victoria! es el grito viril
del valiente pueblo jaqués.
Jaca libre sabe vivir
a la sombra del monte Oroel.

(estribillo)

Ya vuelven huestes victoriosas.
Corred prestos a la muralla;
en lanzas las cabezas moras
dicen trofeos de batalla.
Mostrad vuestro aliento viril;
al Conde Aznar debéis laurel;
con gloria proclama el clarín
el valor del pueblo jaqués.
Jaca libre sabe vivir
a la sombra del monte Oroel.

(estribillo)

imágenes de la fiesta

imágenes de la fiesta

Amigos en Ruta en Jaca:

Los organizadores de Amigos en Ruta hemos tenido ocasión innumerables veces de disfrutar de la calidez que nos han ofrecido los jaqueses hasta el hecho de haber establecido fuertes lazos de confianza y amistad que nos hacen visitar Jaca cada vez que podemos. Queremos ofreceros la posibilidad de conocer esta ciudad pirenaica en los días de más esplendor de su acerbo y tradición, queremos compartir con vosotros aquello que nosotros mismos hemos disfrutado previamente y que merece la pena que conozcáis, la belleza de su paisaje, su gastronomía, sus atractivos deportivos y de ocio, y, especialmente, la calidad humana que desborda esta ciudad que sabe vivir a la sombra del monte Oroel. ¡No os lo perdáis!:

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